¡MANDA HUEVOS! Historias de huevos y gallinas y receta de un bizcocho muy esponjoso.
Abro la nevera ¿y qué creéis que me encuentro? Pues ni más ni menos que diez huevos ¡diez! que se me han caducado hace 5 días. Y ahí están, mirándome. Hago cuentas: si la caducidad de un huevo es de unas tres semanas y estos llevan caducados casi otra semana más... ¡llevan viviendo conmigo casi un mes! ¡Ya somos como de la familia! Tamborileo con los dedos en la puerta y un pie en el suelo mientras los miro con cara pensativa, y es que no sé qué hacer con ellos, me da pena desahuciarlos después de tanto tiempo juntos. Los más simpáticos me sonríen, algunos me esquivan la mirada y otros me observan con reprobación, no sé si por haberlos abandonado o porque aún voy en pijama y no me he peinado. Me fijo especialmente en uno que tiene muy mala cara, yo diría que hasta está un poco verde, mientras pienso si sería buena idea usarlos o podríamos morir en el intento.
Cierro la nevera y voy rauda y veloz a mirar en San Google algún truco para saber si los huevos se pueden comer unos días después de la fecha de caducidad, como los yogures. Parece ser que la fecha de los huevos no es de caducidad, si no de consumo preferente, y esto quiere decir que pueden comerse pasados unos días. Y el truco para saber si se pueden usar o no, lo encuentro en la página Muy interesante y consiste en darles un baño: si flotan están malos y si se hunden aún se pueden usar. Así que les preparo un baño y uno a uno les voy metiendo, algunos protestan: que si el agua está fría, que si cómo vamos a nadar sin brazos ni piernas, que si se me corre la máscara de pestañas... el verde que tenía mala cara no dice nada, pero flota. Oh, oh. Lo sentimos huevo verde pero has sido nominado para abandonar la nevera.
Ahora vamos a buscar un buen destino al resto. Se me ocurre que para gastar muchos huevos se puede hacer un flan, pero como la tarde está lluviosa y aburrida y tengo a Cuchufleta y a Papichufleto en el sofá creo que será más divertido hacer un bizcocho. Me acuerdo que hace tiempo encontré una receta de un bizcocho tradicional muy esponjoso a base de huevos en el blog Una pincelada en la cocina y aquí os dejo mi versión:
RECETA DE BIZCOCHO ESPONJOSO CON MUCHOS HUEVOS
INGREDIENTES:
- 9 huevos tamaño L caducados pero en buen estado, supongo que también sirvan si están frescos...
- 200 gr de harina menos un poco que se les ha caído a Cuchufleta y su padre mientras tamizaban
- 200 gr de azúcar
- 6 golpes de tarro de esencia de vainilla; imposible saber lo que cae, yo pretendía que fueran unas 6 gotas
- ralladura y zumo de un limón grande
- 1 pellizco de sal
- 1 cucharadita de levadura química
- mantequilla y harina para el molde (redondo y de 25 cm de diámetro)
PREPARACIÓN
1.- Vamos calentando el horno a 160 ºC. Separamos las claras de las yemas. Esta operación se la pide Papichufleto que hace poco vio un vídeo de cómo hacerlo con una botella de agua vacía y se muere por hacer la prueba 9 veces. Por aquí os dejo el vídeo.
2.- En un bol grande montamos las claras a punto de nieve, cuando ya estén casi montadas añadimos el azúcar.
3.- En otro bol ponemos las yemas con la esencia de vainilla a ojo y el zumo y la ralladura de limón y batimos con varillas hasta que blanqueen.
4.- En un tercer bol tamizamos la harina con la sal y la levadura.
5.- Sobre las claras a punto de nieve vamos incorporando primero la mezcla de yemas y después la de harina removiendo con varillas suavemente para que no se bajen las claras.
6.- Untamos el molde con mantequilla y lo enharinamos, vertemos la mezcla y horneamos unos 45 minutos. Pinchamos con un cuchillo sin sierra en el centro y si sale limpio ya está listo, si no, horneamos 5 minutos más. Apagamos el horno, abrimos la puerta y dejamos enfriar 10 minutos, después lo sacamos y lo dejamos enfriar totalmente antes de desmoldar.
Y este es el resultado, un bizcocho muy esponjoso y ligero con un delicioso aroma a limón y una forma muy regular, normalmente me quedan abombados por el centro, puede que sea por el truco de abrir el horno y dejar que enfríe lentamente. Cuando compruebe mi teoría la comparto.
Y ya que hablamos de huevos un dato curioso. Seguro que te has fijado en el código que llevan impreso sobre la fecha, ¿sabes qué indica? En la página huevo.org encontramos la respuesta.
Fuente: huevo.org |
Las letras nos indican el país de procedencia del huevo y los siguientes dígitos la provincia, el municipio y la granja. Pero el que más me interesa es el primer número que corresponde al código de modelo de producción del huevo y que va desde el 0 hasta el 3:
0.- Gallinas criadas en libertad alimentadas de forma ecológica.
1.- Gallinas criadas en libertad.
2.- Gallinas criadas en el suelo pero en espacios pequeños y cerrados.
3.- Gallinas criadas en jaulas dispuestas verticalmente y prácticamente sin libertad de movimiento.
Así que a partir de ahora cuando compremos huevos ¿qué tal si lo hacemos de clase 0 o 1? Os diré, para que os hagáis una idea, que el precio de 1 docena de huevos camperos (tipo 1) es más o menos el doble que 1 docena de huevos normal (tipo 3). Una docena de huevos ecológicos (tipo 0) si que puede ser algo más caro, sobre 5 € la docena, pero la diferencia es considerable tanto en la apariencia y el sabor como en la calidad: se alimentan de piensos ecológicos sin sustancias químicas o artificiales en campos libres de abonos químicos y plaguicidas.
Y termino la entrada enviando un enorme GRACIAS a Misoru del blog Misoru artesanal por el premio Dardos que ha compartido conmigo y Mónica del blog Mis primeras lanas por el premio Bloguera con buen rollo. No olvidéis visitarlas.Un poco raro el post de hoy ¿no? Pero qué esperabais si me he comido un bizcocho hecho con huevos caducados...
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¡Qué divertida la historia de los huevos! El bizcocho tiene una pinta estupenda :)
ResponderEliminarMe alegro de que te guste el premio Dardos al que te nominé.
Un besico,
MISoRu
Queda muy rico y suuuper esponjoso. Gracias, un beso.
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