TIENE COLCHONES LA COSA
Diez años ya. Y parece que fue ayer
cuando llegó a nuestras vidas tan mullidito, tan confortable, tan
silencioso. Aunque le hayamos cogido mucho cariño toca ya cambiar de
colchón, así que la semana pasada me dediqué a hacer una tesis doctoral
en colchones.
Me
fui a una tienda especializada en descanso y una dependienta muy amable
especializada en descanso me explicó que los colchones de ahora tienen
de todo: muelles, viscoelastico, normafolk, bífidus activos, ceramidas, 6
vitaminas y hierro. Regulan el colesterol, te bajan la tensión arterial
y algunos también parece que sirven para dormir. Además está todo
rebajado al 50 %, un chollo. Y me dió un papel donde venía resumido todo
lo que me había contado con sus respectivos precios y descuentos no sin
antes decirme que me tumbara en tres de ellos para que notase la
diferencia. Qué quieres que te diga: mi tensión arterial seguía como
siempre, puede que un poco más acelerada porque mientras disfrutaba de
mi descanso tenía que seguir con la vista a Cuchufleta que reptaba por
encima del colchón para probarlo ella también. Lógico que quisiera
probarlo si últimamente en mi cama somos tres...
Por
aquello de comparar y aprovechando que teníamos que hacer la compra,
nos fuimos a la sección descanso del supermercado y una dependienta muy
amable pero poco especializada en descanso, me señaló los colchones y me
dijo:
-
Son estos, el que más cómodo te resulte, en estas etiquetas tienes el
precio. Además de estar todos rebajados un 50%, durante cuatro días te
descontamos el IVA que viene a ser un 18 por ciento en vez de el 21
porque ese 3% restante (se acerca y baja la voz) hay que dárselo a
Montoro y a Rajoy, ya sabes (cara de qué malos son) nos obligan por ley -
Y se fue para seguir atendiendo amablemente. Y yo me quedé con cara de
circunstancias. Claro, todos sabemos que es legal cobrar sin IVA siempre
que guardemos un 3% para Montoro y Rajoy. Sólo me queda la duda de si
la genialidad ha sido suya o es parte de algún plan de técnicas de venta
de la empresa.
Saqué
el presupuesto de la tienda anterior para comparar pero los nombres de
los colchones no coincidían, así que me apunté a boli por detrás los
nuevos nombres y precios para cuando llegaramos a casa comparar vía
internet.
Y
llegamos a casa. Y me puse a buscar los nombres de los colchones en
internet y ¡oh, sorpresa! Esos colchones sólo existen en esas tiendas,
ni siquiera en las páginas oficiales los conocen. Mi teoría es que los
rebautizan en las tiendas, supongo que para que no podamos comparar la
relación calidad precio y nos fiemos de sus superdescuentos y de sus
rebajas en el IVA.
Total,
que teniendo ya bastante claro donde NO íbamos a comprar los colchones
pero aprovechando que teníamos que ir al centro comercial porque han
puesto una piscina de bolas, nos acercamos al supermercado para que
Papichufleto probara los colchones. Veredicto: ninguno es lo bastante
duro para su gusto, a lo mejor deberíamos ir a un almacén de obra a por
unos bloques de hormigón... Y en eso estábamos, Papichufleto tumbado
rebotando en un colchón demasiado blando para él, cuando se acerca una
pareja de unos 60 años acompañados de otra amable dependienta y la mujer
le pregunta:
- Cómo ves ese de duro, es que a mi tampoco me gustan blandos
- Para mi muy blando - le dice Papichufleto mientras se levanta
La amable dependienta lleva a la pareja hasta otro colchón:
- Pruebe este que es más duro.
Y la mujer le dice a mi marido ¡a mi marido y no al suyo!:
- A ver este cómo lo ves de duro.
Papichufleto
lo prueba y tampoco le gusta. - Demasiado blando - dice, así que la
señora tampoco lo quiere. Yo, por si acaso, me llevo a mis Chufletos
pasillo adelante mientras susurro: - ¿Pero esta señora piensa venirse a
dormir con nosotros? ¡Que ya somos tres!
Sígueme en:
Jajajajaja, qué bueno lo de la señora!!!
ResponderEliminarUy, el mío tiene aloe vera...Y es también durito, yo blandurrios tampoco puedo con ellos jejeje.
XOXO
😂😂😂😂😂😂😂
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